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EL CIELO LLEVA TACONES.
CAPÍTULO 6 – Rossy de Palma.
Buenos días contentos. Si Cenicienta hubiera conocido a Ella es Gabriel no hubiera perdido su zapato.
─¿Qué? ¿Que no pierde su zapato? Mira, me da igual el vestido azul brillante que llevara, me dan igual los ratones convertidos en caballos engalanados, hasta me da igual que a los malos los pongan feos y a los buenos los pongan guapos. Pero el zapato se tiene que perder. Y punto.
─Uf che, mira que eres convencional.
¿Qué hubiera pasado entonces? Al final del podcast te lo cuento.
Bienvenidos a El cielo lleva tacones, el podcast donde te cuento historias de personajes genuinos destacados por su glamur. Y digo personajes, no personas, porque cada día, desde que nos levantamos, representamos un papel. Eres libre de elegirlo; no te limites ni te conformes con un personaje que ni a ti te gustaría ver.
La belleza te da belleza, no te da glamur. Crear la incógnita. El misterio, eso es glamur.
– Personaje del día 6: ROSSY DE PALMA
Muy conocida por su característica estructura facial, totalmente alejada de típicas proporciones comerciales de belleza: nariz ligeramente torcida a un lado con hueso salido, un ojo más cerrado que el otro, pómulos ligeramente marcados aunque no prominentes, cara estrecha, dentadura desigual. Pelo negro liso que muy a menudo lleva con un flequillo recto muy corto y ojos entre verdes y marrones, también irregulares entre sí en cuanto a color. Belleza cubista (ya sabes, el cubismo, Picasso) como la llama Almodóvar y Jean Paul Gaultier, del que es musa. En Méjico la llaman La Picassa.
Nombre completo: Rosa Elena García Echave.
Nació en Palma de Mallorca, 16 de septiembre de 1.964. 54 años. Alta: 1,72 m.
A los 20 años se fue a Madrid. Cantante ochentera con su grupo Peor Imposible con el que estuvo 6 años: su canción emblema fue «Susurrando».
Trabajaba en un bar de Malasaña. Allí estaban todos los que se dedicaban a las artes de entonces, probando todo tipo de drogas, era la revolución. Almodóvar, que ya había hecho su primera película, se pasaba mucho por allí, todos le hablaban y le pedían un papel. Rossy lo veía desde la distancia sin abordarlo. Fue él el que se fijó en ella, en su vestimenta, en su apariencia. Pedro le preguntó de dónde había comprado esa ropa porque la quería para el personaje de su próxima película que protagonizaría Carmen Maura, a lo que ella le contestó que la ropa se la había hecho ella misma, todo lo que llevaba, incluso los pendientes.
Actriz 1986: Chica Almodóvar en La ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios, ¡Átame!, La flor de mi secreto, Kika
1992, George Michael la elige para una pequeña aparición en su vídeo musical Too Funky.
Este mismo año empieza a estudiar francés como una loca porque la contrataron para hacer una película francesa y le dijeron: si no hablas bien te tendremos que doblar. Ahora es francófona.
Francia – Medalla de las artes y las letras.
1994 Musa de Jean Paul Gaultier.
Rosario dice de ella que es una artista irrepetible. Y es que lo es. Una mujer que está aburrida ya de la misma historia de siempre de «qué fea eres» y que ha sobrepasado con sus méritos y sus logros a cualquier bellezón del montón. No todas consiguen ser musa.
¿Dónde está el glamur?
Rossy se deja llevar por el destino, no fuerza las situaciones pero está abierta a lo que venga.
El glamur está siempre muy ligado a la inteligencia.
En su perfil de Linkedin dice que habla 4 idiomas: catalán, francés, inglés e italiano. Con el castellano son 5.
«Las lenguas son como la llave de la cultura. Si tienes una lengua puedes acceder al corazón de esa cultura».
Tiene dos hijos, Gabriel, el mayor, y Luna Mary. Los parió con 33 y 34 años aproximadamente. Rossy tuvo una época malísima de su vida donde acarició la idea del suicidio y que descartó «porque no podía hacerle esto a mi madre y a mis hijos».
Al final te das cuenta de que muchas de las decisiones que tomas las haces pensando más en los demás que en ti mismo. Según qué cosas, esto puede ser positivo o negativo. En este caso fue súper positivo. Si dentro de ti no encuentras fuerzas para seguir entonces es perfecto encontrar una fuerza exterior que te de la patada en el culo que necesitas.
Tiene un libro publicado: Mater & Bellum, que no me he leído. Rossy dice que «La escritura es una búsqueda, con ella aprendes y te revelas a ti mismo. Cuando mejor funciono es con la parte del inconsciente, con la intuición, y cuando peor, con el raciocinio». Creo que no debe haber por ahí opiniones contrarias a esta afirmación.
Dice que no tiene método ni capacidad para memorizar textos como un loro.
«Ámate a ti misma sin necesidad de que nadie te ame».
Hasta aquí la historia de Rossy de Palma.
Gracias de nuevo a la década de los ochenta que junto con los locos años 20 supusieron ambos una revolución en las mentes. Y gracias eternas a ti, que me escuchas.
¿Qué hubiera pasado con Cenicienta si hubiera conocido a Ella es Gabriel?
No, si Cenicienta hubiera sabido de los complementos para calzado de Ella es Gabriel, no hubiera perdido un zapato. Sus tacones estarían seguros y bien sujetos en sus delicados y pequeños pies y ella se hubiera sentido una tía tan poderosa que en lugar de huir despavorida…
«Cenicienta, piensa rápido, piensa, que ya están sonando las campanadas y tú bajo presión trabajas mejor. A ver, por delante ya sé lo que me espera, un futuro igual a mi pasado reciente. Ja, ni un duro, eso descartado, no quiero volver ahí. Por detrás tengo a un príncipe persiguiéndome, loco por estar conmigo, igualito que yo. Y yo en mi presente, corriendo y sudando como un pollo al ast, se me está esfumando el hechizo peeeerooooo tengo el arma más poderosa de todas: mi tacones, al margen de magias caducadas. Así que me voy a parar, no voy a correr más. Total, ¿qué es lo peor que me puede pasar? ¿qué puedo perder?».
Cuando piensas así de repente se te va el miedo y surge el descaro:
«Ah, Príncipe, hola, jaja, menuda carrera ¿eh? Pues ya ves, no soy lo que aparentaba, ahora mi vestido es una piltrafa y yo estoy muy, muy sudada. Creo que no soy digna para ti».
Y Cenicienta se sentó en uno de los peldaños, cruzando las piernas y pinchando con su tacón la pierna del príncipe. Accidentalmente, claro.
El príncipe sintió la punzada y se desató su nervio, agachándose y tocándole el tacón para después subir por su pierna, rodilla, arremangando su falda dejándole todo el muslo al descubierto…
Muchísimas gracias por escucharme.
Necesitas una cosa básica en la vida para tener glamur: zapatos para triunfar.
Si quieres y prefieres a la versión de la Cenicienta del poderío, entra en gemavicedo.com.
Y si quieres y te apetece, quedamos la semana que viene en El cielo lleva tacones con otro personaje glamuroso.
♥
Yo soy Gema Vicedo y Ella es Gabriel. Buenas noches contentas.