El calzado desde el principio de los tiempos se ató al pie con cintas. Cintas que subían hasta las rodillas, al tobillo o se quedaban en el empeine. Cintas que fueron progresando en delicadeza, en belleza, en esmero. Cintas de cuero, de seda, de damasco, terciopelo. Bordadas con hilo de plata y oro. Exquisitos lazos, cordones y pasamanería. Botones y hebillas. Costuras en blanco, ribetes, puntillas, pompones. Color rojo (distintivo de la realeza francesa, tanto en tacones como en botines de cuero).
Todo se usó desde muy tempranos tiempos. Las básicas sandalias egipcias de hojas de palma con cintas vegetales trenzadas (actuales chanclas de goma) hasta las botas metálicas de las armaduras medievales; calzado con clavos para los soldados romanos; presumidas botas con grandes vueltas para los mosqueteros y el Gato con botas; zapatos profusamente adornados de diamantes para la realeza; tacones altos forrados, grandes plataformas pintadas aligeradas con corcho; botas hasta medio muslo tan estrechas, que los pies debían permanecer más de una hora a remojo y era necesario un lacayo para ayudar a calzarlas (siglo XVII).
Los cordones y hebillas se pasaban a través de orificios practicados en el tejido o la piel de los zapatos. Fue en 1.823 cuando se patentaron en Londres los ojales metálicos, «aplicables también a las botas». Y en 1.837 se patentaron los elásticos, que se colocaron a ambos lados de las botas en Francia y que se harían famosas como «brodequins» (equivalentes a los actuales botines «guardia civil» o «chelsie»). Entre 1.865 y 1.866 se patentaron los corchetes metálicos para entrelazar los cordones de botas y botines ingleses. La utilización de ojales y corchetes llevó a la creación del modelo de calzado más típicamente inglés: el «inglés» propiamente dicho, también conocido como «oxford» u «oxonian» y que se sigue fabricando en la actualidad.
Es sorprendente e impactante estudiar la historia; y muy gracioso e iluso creer que cuando se nos ocurre algo en este tema descubrimos las Américas. 😉 Espero y deseo haberte acercado a este apasionante mundo del calzado.
Todos los datos han sido obtenidos del libro de Pilar Cintora «Historia del calzado».
Yo soy Gema Vicedo y Ella es Gabriel.
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