Hay mucho por contar pero voy a hacer un resumen exprés:
Existen registros de calzado desde los hombres de la Prehistoria en el Paleolítico Superior hasta hoy, pasando por todas las épocas y civilizaciones: Egipto, Mesopotamia, Grecia, Roma, invasiones bárbaras, Edad Media, Renacimiento… Barroco, el fantástico Barroco (me paro aquí porque es cuando tiene lugar la culminación del tacón, y mi preferido, sea dicho de paso).
1. Los tacones se idearon en Oriente durante los siglos XII y XIII para asegurar los pies en los estribos de los caballos, en las botas de montar. Eran puramente funcionales.
No debemos confundir el tacón con la plataforma altísima y uniforme en toda la planta. De esos tipos de calzado te hablaré en otro artículo (coturnos, patines, chapines).
Vamos a ver dos épocas clave en el uso del tacón:
2. RENACIMIENTO – equilibrio, razón, belleza.
Después de la Edad Media, denominada también la Edad Oscura por el estancamiento cultural y evolutivo que tuvo lugar, poco a poco resurge el interés por el arte y la ciencia. Se inventa la imprenta (s. XV), con la consiguiente profusión de libros. Italia es la cuna del Renacimiento; sin embargo, durante el segundo tercio del siglo XVI, España ejerce una destacada influencia sobre Europa política y culturalmente y transmite su moda suntuosa y orgullosa. Los primeros en dejarse seducir por ella son los ingleses, los que siguen la moda de suelas elevadas que los artesanos recortan en su zona central, posiblemente para aligerarlas, creando así una ilusión de tacón; aunque no eran tacones propiamente dichos. Los franceses, a finales de siglo XVI, empezaron a usar un poco de tacón, bajo y ancho.
3. BARROCO – monumental, sorprendente, deslumbrante.
Las modas siempre varían desde un extremo al otro extremo opuesto. Algo así son el Renacimiento y el Barroco. Del estilo moderado del Renacimiento al movimiento, esplendor, querer simular lo que no se es, propaganda, tensión dramática, dicotomía entre la realidad y la apariencia, contradicción. Y toda esta expresión de grandeza del Barroco trae consigo, cómo no, la consagración del tacón; su hegemonía le corresponde a Francia.
Los zapatos eran de cuero o de ricas telas bordadas de seda, como el brocado o el damasco. El tacón del siglo XVII es afilado y altísimo. La bota de tacón era uno de los accesorios indispensables de la elegancia masculina, dando prestancia y porte noble, que las mujeres también adoptaron. El usuario e impulsor del tacón por excelencia fue el rey Luis XIV de Francia.
Luis XIV de Francia. El Rey Sol. Majestuoso, extremadamente cortés y de una galantería exquisita. Era de corta estatura, 1,60 m, y tenía unas bonitas piernas que exhibía con orgullo con unas medias muy ajustadas y unos preciosos zapatos de seda de tacón alto, adornados con hebillas y lazos. Durante toda la historia, en muchas ocasiones, el color determina la pertenencia a diferentes clases sociales o marca los colores de los clanes. La clase social alta francesa se distinguía por el color rojo de las botas y los tacones pintados de rojo.
Nicolás Lestrange, recuerda este nombre: era el zapatero real, su zapatero personal. Imagínate si le tenía aprecio y fue importante que el rey colgó su retrato en la galería de palacio, junto con los más prestigiosos maestros.
Más tarde, en el siglo XVIII, el Barroco desembocó en el Neoclasicismo y el tacón volvió a ser grueso y bajo. Pero eso es otra historia; quédate con que el tacón se originó en las botas de montar a caballo, para sujetar el pie al estribo, en el Oriente del siglo XII y alcanza su máximo esplendor en el Barroco, con el Rey Sol, Luis XIV de Francia: el monarca bajito que lució orgulloso sus bonitas piernas con sus tacones rojos.
Esta información ha sido extraída del libro «Historia del calzado» de Pilar Cintora, a la que agradezco enormemente su sabiduría transmitida. Y a ti, gracias eternas por interesarte por este artículo; deseo que lo hayas disfrutado.
Yo soy Gema Vicedo y Ella es Gabriel.
Deja una respuesta